Cada día es más frecuente ver a
niños que, sin intención de hacerlo (al menos inicialmente), dominan a
sus padres. Les montan rabietas, les chillas, no les hacen caso, etc e
incluso llegan a pegarles. Pero, ¿por qué ocurre esto?
No
podemos entender este comportamiento desde una única causa. De hecho no
todos los niñ@s que muestran este tipo de comportamientos son iguales,
ni su conducta es fruto de las mismas causas, es decir, en esta
problemática hay una etiología multicausal. No se debe sólo a que haya
una posible carga genética en ellos, o porque lo haya aprendido de la
tele, o porque tengan unos padres débiles y otras muchas hipótesis
populares o científicas. Pero aunque este problema se deba a múltiples
causas hay una que sucede muy menudo, La Trampa Del Reforzamiento
Negativo.
La
trampa del reforzamiento negativo, de Patterson y colaboradores, se
basa en la interacción entre los padres y madres con su hij@. Esta
trampa se da cuando un padre cede ante la rabieta del niño premiándole.
Desde la visión del padre, a corto plazo él consigue un beneficio, que su hijo pare con la rabieta; y desde la visión del niño, a largo plazo
aprende que cada vez que quiere algo sólo debe tener una rabieta lo
suficientemente larga como para acabar con la paciencia de su padre o
madre y conseguir su premio o refuerzo. Pongamos un ejemplo:
Nos
encontramos con Juan y María que están comprando en el supermercado con
su hijo Luis. Cuando pasan por el pasillo de las chucherías Luis pide
una bolsa de gominolas a lo que sus padres contestan "No Luis, que sino
luego no cenarás". Como Luis no está contento con esta respuesta, ya que
frustra su objetivo, se pone a llorar. Sus padres responde a este
llanto: "Luis aunque llores no te compraremos las gominolas" pero Luis
continua llorando. Pasan 5 minutos y Luis sigue llorando y gritando,
vamos una pataleta en toda regla; pero sus padres acaban comprando las
gominolas por tal de que Luis no monte el espectáculo y acabar así con
la rabieta de su hijo que tanto les molesta.
Analicemos este ejemplo:
El
padre es reforzado negativamente, es decir, cuando da golosinas a su
hijo consigue que algo aversivo o molesto desaparezca. Esto hará que su
conducta se refuerce y por lo tanto la repetirá.
El niño es reforzado positivamente, es decir, cuando se porta mal consigue una golosina y por lo tanto repetirá su conducta.
¿Qué sucede a largo plazo?
El niño aprende que si se porta mal el suficiente tiempo consigue lo que quiere.
El
padre o madre a caído en la trampa del reforzamiento negativo. Aunque
intenta no seguir complaciendo a su hijo, éste ya ha aprendido que si
espera el suficiente rato conseguirá su premio.
¿Cómo evitarlo?
Sí aún no ha caído en la llamada trampa del reforzamiento negativo, recuerde que si le dice a su hij@ "esto no te lo voy a comprar porque si no luego no cenarás" debe cumplirlo sin ceder ante la rabieta.
Pero si usted a caído en esta trampa deberá ser firme y cuando diga a algo que no cumplirlo sin ceder a la rabieta. Está es la técnica más eficaz. Eso sí, debe tener en cuenta que los primeros días o momentos en los que usted vuelva a ser firme y no cumpla los deseos de su hijo, cuando éste tiene una rabieta, es posible que la conducta de su hijo se vea incrementada. No se asuste si esto sucede, con el paso del tiempo las rabietas iran disminuyendo y su hijo aprenderá que una rabieta o mal comportamiento no tiene premio en esta sociedad.
¿Cómo evitarlo?
Sí aún no ha caído en la llamada trampa del reforzamiento negativo, recuerde que si le dice a su hij@ "esto no te lo voy a comprar porque si no luego no cenarás" debe cumplirlo sin ceder ante la rabieta.
Pero si usted a caído en esta trampa deberá ser firme y cuando diga a algo que no cumplirlo sin ceder a la rabieta. Está es la técnica más eficaz. Eso sí, debe tener en cuenta que los primeros días o momentos en los que usted vuelva a ser firme y no cumpla los deseos de su hijo, cuando éste tiene una rabieta, es posible que la conducta de su hijo se vea incrementada. No se asuste si esto sucede, con el paso del tiempo las rabietas iran disminuyendo y su hijo aprenderá que una rabieta o mal comportamiento no tiene premio en esta sociedad.
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Miriam Roldán Carmona
Psicóloga
email: miriamtalleres@gmail.com
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